Cerraron sus ojos ...
que aún tenìa abiertos
taparon su cara
con un blanco lienzo,
y unos sollozando,
y otros en silencio
de la triste alcoba
todos se salieron.
La luz en el vaso
ardía en suelo,
al muro arrojaba
la sombra del lecho,
y entre aquella sombra
veíase a intervalos,
dibujarse rígida,
la forma del cuerpo.
Despertaba el día
y a su albor primero,
con sus mil ruidos,
despertaba el pueblo.
Ante aquel contraste
de vida y misterios,
de luz y tinieblas,
medité un momento:
!Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!...
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